a veces

a veces
tengo la sensación
que aquí,
donde vivo
no existe eso que llaman
medio ambiente, o environtment,
esto es una cuchillada hacia
dentro de una grieta gris piedra
que ya no sangra.
Es herida que escuece alrededor
de no ser ni vista ya,

ni sentida,

no la ven.

se les nota: no la ven.

Está en las hojas
con sonidos de cascabel.
Está en el color sucio del cielo.
Está en los niños ¡papá!

Y en ese viento medio quieto,
luego feroz. Se me hacen remolinos
los pensamientos, qué cansancio
me falta el ritmo en este lugar
desnutrido.

Es un olvido geográfico,
Un grave error socio-cultural, al cual se aúna la falta de
pragmatismo, gusto, sensibilidad
y el enorme destierro del ser humano.
Se han olvidado de ser ellos mismos
y sólo tintinean a ciegas, arrastran
el sufrimiento enorme de cien mil animales de carga,
con un pájaro en el corazón.

No soporto este latido ciego.

La imaginación cae de bruces contra la pared

Ahí afuera todo es tan grosero

hinchado,
estoy descoordinada,
desconectada
a ratos doblada sobre
mí misma, te pido ayuda
ayuda de pájaro herido.

Ya ni el cielo me responde,
estoy a medio camino de la muerte
de ser revelada en un pergamino.

Tengo una fecha fija en el calendario.

Mi hermano anda torcido,
sin engranajes,
y mi madre se devora a sí misma,
en rienda suelta a tanto

desmán.

Sólo quiero que acojas mis trozos
apesadumbrados,
invisibles, ya torcidos,
y los ensambles
como si yo no existiese.

Estoy desgastada del primer empujón.

No calibré bien y el asesino en serie
clavó demasiado las garras esta vez.

Doy vueltas de mosca moribunda
he usado todas las señales
ya nada me indica
mas que estallidos de luz

y luego vómito

sólo silencio.

Después del aullido, recógeme
soy la inercia asesina

de todas las cosas.

Cuando me quede ciega

Hoy el cielo es viejo,
de Chernobyl, metálico, feo como un
incesto sólo imaginado.
Hoy el cielo no llama a nadie
sólo es una bóveda hueca,
inerte, donde subirse a horcajadas,
y lanzarse para morir aplastado
de tantos sueños, tantos vuelos.

Ando a manotazos, dentelladas
(sí, secas y calientes)
porque busco todas las calaveras
que aún se deben desenterrar.
Ya no actúo,
sólo duermo, sin rayos de luz,
sin premoniciones, seca
como un desierto de ataúdes vacíos
que me esperasen al final de
una pesadilla ya vivida.
me ahogo, tengo la boca
colmada de seda
ahogando sueños.